Un grupo de seis cristianos y un conductor fueron arrestados en París, Francia, por viajar en un autobús que mostraba un gráfico que objetaba la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos y exigía el fin de los ataques a los cristianos.

Seis miembros de la organización CitizenGO, un grupo de defensa conservador con sede en Madrid que se dedica al activismo principalmente mediante la circulación de peticiones en línea, fueron detenidos y pasaron la noche en la cárcel.

“Seis miembros de nuestro equipo se vieron obligados a pasar la noche en la cárcel simplemente por denunciar la burla a los cristianos al llevar escrito en un autobús el mensaje “PAREN LOS ATAQUES A LOS CRISTIANOS”, tuiteó CitizenGO, añadiendo que su activismo en el autobús “no es ilegal en modo alguno”.

El autobús también incluía un link de Internet hacia una petición que la organización abrió para exigir una disculpa del Comité Olímpico Internacional por su ceremonia de apertura en la que se burló de la Última Cena con un show de drag queens, genitales masculinos expuestos y una DJ lesbiana obesa en el lugar de Jesús.

“¿Qué pasa si nos quedamos callados? Nuestra fe, nuestros símbolos cristianos, se convertirán en una permanente parodia promovida por los lobbies queer, LGBTI y trans, respaldados por nuestros líderes globalistas y la izquierda internacional”, se lee en la petición que había acumulado más de 387.000 firmas hasta el miércoles.

“Esta fue una parodia deliberada y cruel que humilló nuestras creencias más preciadas como cristianos; ellos saben que somos un blanco fácil”, continúa la petición. “Y hasta que los detengamos, seguirán haciéndolo. Se trata de defender nuestra fe y garantizar que nunca se repita una blasfemia tan flagrante”.

“No podemos permitir que profanen a nuestro Señor Jesucristo con tales obscenidades. Si nos quedamos callados, estamos enviando un mensaje de que tal falta de respeto es aceptable”.

En lo que CitizenGO sugirió que fue una muestra de “persecución política e ideología anticristiana”, los miembros del equipo fueron encarcelados en condiciones “graves”, desnudados y registrados y se les prohibió llamar a sus abogados o tener acceso al agua.

Según un comunicado de prensa del fundador de CitizenGO, Ignacio Arsuaga, el autobús había estado circulando por París desde las 9 a.m. sin incidentes hasta que la policía francesa lo rodeó y lo detuvo a punta de pistola, arrestando a los seis activistas y al conductor del autobús alrededor de las 7 p.m.

Arsuaga alegó sin pruebas que un fiscal francés envió a la policía para detener el autobús por orden del presidente francés Emmanuel Macron.

Agregó que su organización planea presentar una demanda contra Macron, el fiscal y la policía francesa.

“Los gobiernos progresistas se están volviendo cada vez más totalitarios”, dijo.

Según se informa, el abogado de CitizenGO consiguió la liberación de los activistas poco después de las 4 de la mañana del día siguiente y sostuvo que no habían hecho nada ilegal.

“El fiscal llevó la ley hasta sus límites para detener el autobús y limitar su libertad de expresión. Además, el procedimiento fue irregular”, dijo el abogado.

CitizenGO también tuiteó imágenes de su autobús siendo escoltado por la policía fuera de París después de los arrestos.

“Son unos matones tiránicos y anticristianos”, dijo CitizenGO. “Es absurdo”.

El tuit de CitizenGo llamó la atención del CEO de X, Elon Musk, quien a su vez tuiteó dos signos de exclamación como respuesta.

A pesar de que CitizenGo fue fundada en España, afirma tener miembros del equipo en 15 ciudades de tres continentes y campañas en 11 idiomas destinadas a influir en el gobierno y las organizaciones en 50 países diferentes, según su sitio web.

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